La semana pasada denunciábamos el abandono de las fuentes ornamentales, y esta misma semana hemos estado realizando varias denuncias en redes sociales por la acumulación de restos vegetales secos, árboles con ramaje partido en suspensión y zonas cerradas en parques 5 meses después de la borrasca Filomena.

Tras producirse las publicaciones en la cuenta de Gabriel Ortega, en cuestión de pocos días se han acometido acciones por parte del Ayuntamiento en algunos de esos puntos, que llevaban meses sin recoger. Por ejemplo:

Pedimos al gobierno municipal que gestione con responsabilidad lo que es de todas las mostoleñas y mostoleños: que tenga una hoja de ruta, un sistema de previsión y planificación, un sistema de adaptación ante imprevistos…
Pedimos al Noelia Posse y a su equipo que gobiernen. No es suficiente con dejarse ir a la deriva y dar unas brazadas dispersas cuando le aprieten las redes sociales.

Parques: riesgo de incendios, riesgo de desprendimientos y zonas cerradas

Cuando cayó la gran nevada, a principios de enero, ¿alguien podía imaginarse que 5 meses después, con el calor, los restos vegetales seguirían ahí y podrían suponer un riesgo de incendio?
Masa vegetal seca amontonada + temperaturas de 30ºC con muchas horas de insolación son una combinación de riesgo que se podría haber evitado.

Rama peligrosa

Rama partida en suspensión sobre camino abierto al público en el parque de la Finca Liana

Varios parques de nuestra ciudad, entre ellos los dos más grandes (Parque Natural El Soto y Parque Finca Liana) tienen todavía muchas zonas cerradas, con restos vegetales acumulados y árboles con ramas partidas desde la borrasca Filomena.
Y lo más peligroso, y que ilustra la falta de medidas, es que algunos de estos árboles no están en zonas cerradas al tránsito, por lo que corren el riesgo de caer sobre las personas que transitan por veredas y praderas.

Fuentes: apagadas, sin agua, sucias y deteriorándose

Desde hace meses la práctica totalidad de las fuentes ornamentales de la ciudad se encuentran paradas y vacías. Muchas acumulan aguas sucias de restos pluviales y suciedad, y algunas de ellas están presentando deterioros en vasos y elementos funcionales y lumínicos. 

Este deterioro supondrá que la reapertura de las fuentes, además de los costes de limpieza, suponga costes añadidos por reparaciones y reposición de materiales dañados, que en algunas ocasiones tienen costes elevados.

Hace una semana denunciamos ante los medios esta situación, y el concejal del área argumentó que, entre otros factores, estaban paradas por el COVID. Seguimos sin entender la relación entre COVID y fuentes ornamentales, y menos cuando el cierre y abandono se ha producido en los últimos meses.  

Gabriel Ortega declaraba ante los medios el 13 de mayo lo siguiente:

Son tantas fuentes que nos lleva a preguntarnos si el gobierno municipal habrá vuelto a sumar otro descuido en la gestión. No sería una sorpresa, ya que en el último año se han suspendido varios servicios porque se les olvidó renovar los contratos, como los de alimentación en la Residencia Juan XXIII o los de apoyo habitacional a personas en situación de exclusión